internet de los sentidos
La saga cinematográfica Matrix, referente para los amantes de la ciencia ficción, es un ambiente de relación entre cosas y sucesos creado y controlado artificialmente, donde incluso las personas son consideradas «cosas«. Cabe recordar que la primera entrega de la serie data del siglo pasado, año 1999, y la última del reciente 2021. En estos veintidós años la ciencia ficción se ha tornado en realidad, primero con la implantación del Internet de las Cosas (también denominado IoT, acrónimo de la expresión inglesa Internet of Things) – sobre el que ya en 2016 escribía en este blog con el título IoT y su impacto en el sector hotelero – y a lo largo de los próximos 10 años lo será con el Internet de los Sentidos (también denominado IoS, acrónimo de la expresión inglesa Internet of Sense).
Mis clientes me piden con frecuencia información sobre el uso de la tecnología aplicada a sus empresas, pensando en inteligencia de negocio, inteligencia de cliente, inteligencia competitiva, inteligencia turística… pero lo cierto es que, en opinión de los futurólogos (profesión multidisciplinar que estudia los futuros posibles, probables y preferibles), todas ellas empiezan a quedarse desfasadas.
La investigación está actualmente concentrada en el análisis del siguiente eslabón de la tecnología, el IoS, al que partiendo de la propia interpretación de IoT definiremos como un concepto basado en la interconexión mediante Internet de los objetos entre sí y con los usuarios físicos y digitales (personas NO humanas o robots), gracias a la cual se obtienen experiencias multisensoriales digitales a través de los cinco sentidos (oído, vista, gusto, olfato y tacto) de similares características a las físicas, generando una interacción y una comunicación inmersiva.
Mediante la Realidad Extendida (XR) (fusión de la Realidad Aumentada [AR], Realidad Virtual [VR] y Realidad Mixta [MR]) nos sumergiremos en mundos paralelos que nos permitirán experimentar realidades solo posibles hoy en día con la presencia física. Esto implica un gran cambio en el paradigma del comportamiento humano, de la gestión empresarial, de la relación con la realidad y los ecosistemas, de la formación académica y, como no puede ser de otra manera, de la actividad turística.
¿Desaparecerán la actividad turística y los destinos actuales? La respuesta es no, pero se transformarán para adaptarse a las nuevas realidades. Las vacaciones en gran medida serán virtuales pero la experiencia será completa: disfrutaremos de un magnífico día de playa, sintiendo el calor del sol, el sonido del viento, la necesidad de un baño en las aguas saladas del Atlántico, pudiendo bucear entre la fauna marina; a mediodía degustaremos unas exquisitas papas arrugadas con mojo picón, regadas con un buen vino de la tierra, terminando con una copa de helado de plátano o unas magníficas quesadillas herreñas recién hechas; por la tarde daremos un agradable paseo por cualquier punto de interés turístico, entraremos en la surf shop de moda para probarnos y comprar (live shopping) la camiseta que hemos visto en una serie de éxito y haremos un tour que nos llevará a experimentar una noche de ensueño viendo el espectáculo de las Perseidas en las Cañadas del Teide, o tal vez en el Roque de los Muchachos en La Palma.
Uno de los principales inconvenientes que presenta el Internet de los Sentidos es la necesidad de disminuir el consumo energético que requiere su desarrollo. Con este objetivo se trabaja actualmente en la desmaterialización de los productos, lo que incidirá en una menor carga sobre el equilibrio ecológico, convirtiéndonos así en una sociedad sustentable.
Para que ello sea posible habrá que esperar la llegada de la tecnología 6G, que permitirá velocidades de conexión de 95Gb/s, reduciendo la latencia a 0,1 milisegundos, lo que implica multiplicar por diez las velocidades actuales del 5G que empieza a implantarse hoy.
Lo dicho, nos quedan 10 años para adaptarnos y prepararnos para asumir una nueva realidad que transgrede todo lo conocido, lo aprendido y lo vivido hasta el momento, y que superará aquello que hasta ahora solo estaba reservado para el mundo onírico o el cinematográfico. ¡Matrix ya está aquí!
Imagen: Momo Marrero
Publicada originalmente en El blog de Ashotel
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