taxonomía del mercado según el año de nacimiento
Según el diccionario de la RAE la taxonomía es la «ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación. Se aplica en particular, dentro de la biología, para la ordenación jerarquizada y sistemática, con sus nombres, de los grupos de animales y de vegetales».
En una sociedad propensa a etiquetar, agrupar y crear patrones, la segmentación de la población según determinadas características resulta imprescindible. La taxonomía del mercado según el año de nacimiento nos permite estudiar detalladamente cada grupo de población, analizando sus particularidades, sus rasgos principales y determinando cuáles son sus necesidades, cubiertas o no. Estos patrones se utilizan, entre otros, para estudios sociológicos y de marketing.
Se han establecido 8 generaciones en función del año de nacimiento (si bien los años varían ligeramente según las fuentes):
Generación perdida
Son los nacidos entre 1883 y 1900. Es la generación que se vio directamente afectada por la Primera Guerra Mundial y en consecuencia, traumatizada por los horrores vividos en aquel conflicto. El nombre, acuñado por la escritora estadounidense Gertrude Stein, define a jóvenes sin presente, que al incorporarse a la vida civil después de la Gran Guerra se encuentran sin perspectivas de futuro. Se caracterizan por la ruptura con las convenciones sociales, con la moralidad y con la sociedad que les precedió en su conjunto. Algunos autores también la denominan generación Interbellum.
Generación grandiosa
Son los nacidos entre 1901 y 1927. Es la generación que creció y se vio principalmente afectada por la Segunda Guerra Mundial, también conocida como la generación GI. El nombre fue acuñado por el periodista americano Tom Brokaw y define a las personas que a base de constancia y tesón vivieron momentos de cierta prosperidad en el periodo de entreguerras. Fue la generación que asentó el crecimiento económico y el progreso, basado en los valores del esfuerzo, la disciplina y la familia, con el arraigo como epicentro. Esta etapa dio pie a los llamados felices años veinte o locos años veinte, una época de prosperidad, felicidad y desenfreno.
Generación silenciosa
Son los nacidos entre 1928 y 1945. Son los hijos de la Gran Depresión que se enfrentaron a una sociedad devastada, empobrecida y dividida en dos bloques políticos irreconciliables. El nombre fue acuñado por la revista Time, en clara asociación a la política macartista, impulsada por el conservador norteamericano Joseph McCarthy, que se caracterizaba por el temor a expresar públicamente las opiniones por parte de una sociedad en la que primaban el deber, la obediencia, el respeto, la sumisión a la autoridad, la apariencia y el conformismo.
Baby boomers
Son los nacidos entre 1946 y 1964, después de la Segunda Guerra Mundial (en España, son los denominados “niños de la posguerra”) que se caracterizan por una vida de austeridad y un empeño denodado por prosperar. Es la época de la explosión demográfica y el aumento de la natalidad y el nombre fue acuñado, entre otros, por la periodista del New York Post Sylvia F. Porter. Es la sociedad de los derechos civiles, de la igualdad, de los derechos de la mujer… eminentemente politizada y caracterizada por la lucha social y reivindicativa. Esta generación protagoniza un gran éxodo del campo a la ciudad y es la principal responsable de cómo entendemos la sociedad y la vida en la actualidad.
Generación X
Son los nacidos entre 1965 y 1980. Es la generación del consumo masivo vinculado al vertiginoso crecimiento económico experimentado y al triunfo social y económico a nivel personal; no en vano se trata de una generación eminentemente individualista. Es la generación que vive la irrupción de la tecnología y la incursión generalizada de las mujeres al mercado laboral; la primera en perseguir la conciliación personal y profesional y acuñar el concepto actual de felicidad; la que accede masivamente a la formación académica y vive la eclosión y la socialización de la universidad. El nombre fue acuñado por el escritor canadiense Douglas Coupland en su libro Generation X: Tales for an Accelerated Culture, a quienes define como «personas que querían saltar del tiovivo de estatus, dinero y ascenso social que tan a menudo enmarca la existencia moderna«. Esta generación presenta una característica diferencial con respecto a las anteriores: el aumento de la tasa de divorcios y la baja natalidad.
Generación Y
Son los nacidos entre 1981 y 1996, también conocidos como millennials, la primera generación global, la más conocida y posiblemente la más denostada por sus antecesoras. El nombre fue acuñado por los escritores norteamericanos William Strauss y Neil Howe y define a la generación del acomodo social, la de los derechos por encima de las obligaciones y la de los ninis (aquellos que «ni estudian, ni trabajan, ni lo intentan»). Se les define como holgazanes, individualistas y acomodados. Sin embargo también son la generación con mayor acceso a la información, gracias a la popularización de la tecnología. Su desarrollo ha estado marcado por la crisis económica de los años 90 y las dificultades para acceder a su primer trabajo. Pero ante todo son la generación de la irrupción de Internet (hecho histórico que ha cambiado radicalmente el concepto vital de esta generación y las posteriores), pero que al mismo tiempo ha puesto el foco en la naturaleza, la vida sana, la salud, el emprendimiento y la innovación en el entorno laboral. Algunos autores apuntan a una generación intermedia o de transición denominada zillennials (como acrónimo de la generación Z y los millennials) o zennials. Es destacable que esta generación es la que ha impulsado la necesidad de cambiar la taxonomía de las generaciones: antes de ella se tomaban como referencia los cambios sociales y los hechos históricos para establecer el patrón; a partir de ella se vinculan a los cambios tecnológicos, lo que conlleva un acortamiento de los ciclos.
Generación Z
Son los nacidos entre 1997 y 2010, también conocidos como los centennials. Es la generación del cambio de siglo, formada por los llamados “nativos digitales”, aquellos que llevan impresa la tecnología en su ADN, multiculturales y con una visión de la vida asociada a un entorno global. El nombre surgió a partir de un concurso promovido por el periódico USA Today para definir a una generación interesada en los cambios sociales y en la justicia, que no cree en las barreras, amante de los viajes, de la movilidad sin fronteras, creativos, emprendedores y descarados, que evitan los sistemas rígidos, impuestos y dirigidos. Se caracterizan por la defensa del talento individual y colectivo y de la meritocracia, dejando atrás el abolengo en la más amplia expresión del término. Se adaptan fácilmente a las circunstancias, siempre y cuando estas incluyan el acceso a la tecnología avanzada que de forma innata han aprendido a utilizar. Una generación que demanda y que por ello crea y creará nuevos modelos de negocio, nuevas capacitaciones académicas, nuevos roles y nuevos destinos turísticos. De naturaleza irreverente y de mente abierta, se cuestionan el conocimiento heredado y proponen nuevas visiones más frescas de la existencia utilizando la tecnología como medio. Con la llegada del IoT (Internet de las cosas) pretenden cambiar un mundo que les es ajeno, ambicionan la inmediatez y pasarán a la historia por protagonizar grandes cambios orales y gramaticales; son economicistas y globales con el lenguaje y apasionados de la imagen personal.
Generación alfa
Son los nacidos desde 2011 en adelante y reciben su nombre como resultado de una encuesta organizada por la empresa consultora australiana McCrindle Research utilizando la primera letra del alfabeto griego «α», al ser la primera que nace en el nuevo siglo en su totalidad. Es la primera generación 100 % tecnológica, no concibe su existencia sin acceso veloz y de calidad a ella, pero esta dependencia les lleva también a defender la sostenibilidad, apostar por la economía circular y luchar contra el cambio climático. Están hiperconectados, son independientes (salvo a nivel tecnológico) y creen vehementemente en la diversidad. Es la primera generación que no tendrá en exclusiva una vida y estancia humanas, pues con la irrupción de la tecnología 6G (que permitirá velocidades de conexión de 95Gb/s que reducirán la latencia a 0,1 milisegundos, multiplicando por diez las velocidades actuales del 5G), podrán acceder a existencias digitales avanzadas. Disfrutarán del advenimiento del Internet de los Sentidos (IoS) y serán la antesala de la próxima generación, tal vez denominada generación beta, que adoptará la inteligencia artificial fuerte o general, el mayor cambio experimentado por la historia de la humanidad.
Imagen: Momo Marrero
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