el árbol de decisión
En épocas complejas como la que nos está tocando vivir ahora mismo (entornos VUCA) tomar decisiones es una tarea imprescindible e ineludible. En nuestra vida profesional, pero también en la privada, la toma de decisiones es una constante.
El árbol de decisión es una herramienta muy interesante que puede ayudarnos a valorar la decisión más adecuada o con menor margen de error. Se trata de un modelo predictivo que se desarrolla mediante un diagrama estructurado que nos permite determinar el resultado de la toma de una o varias decisiones exponiendo todas las posibles variables, disminuyendo así el margen de error y aumentando la probabilidad de acierto. El árbol de decision comienza con un primer nodo que posteriormente se ramificará hasta tomar la forma de árbol del que recibe el nombre, en función de las variables fijadas.
Trazado del árbol de decisiones
Existen cuatro elementos gráficos que nos permiten desarrollarlo (ver infografía al final de artículo):
- Nodo de decisión
Símbolo con forma cuadrada de comienzo del árbol y de la decisión a tomar
- Nodo de probabilidad
Símbolo con forma circular que muestra las distintas alternativas
- Nodo terminal
Símbolo con forma triangular que indica un resultado definitivo
- Vector de decisión
Segmento o línea continua de dirección de alternativa
Para trazar el árbol de decisión empezaremos estableciendo como punto de partida la decisión que se ha de tomar y que se representa mediante el nodo de decisión acompañado de una palabra o frase corta que lo defina. Hacia la derecha trazamos una o varias líneas (vectores de decisión) que parten de este nodo inicial y que finalizan en un nodo de probabilidad (si se trata de una alternativa) o en un nodo de decisión (si se trata de una decisión). Y así sucesivamente hasta llegar a la conclusión final que se representa con un nodo terminal. Para mayor detalle se puede acompañar cada nodo con el porcentaje de probabilidad o con el coste de la decisión expresado en valor económico.
El árbol de decisión permite dar respuesta a un problema resolviéndolo desde distintas perspectivas, descomponiendo detalladamente las posibles alternativas, calculando el porcentaje de probabilidad y de riesgo, sus consecuencias y su coste, y puede aplicarse a decisiones que se han de afrontar a corto o a largo plazo. La decisión final elegida vendrá marcada por el objetivo que se pretende alcanzar o por la cultura de la empresa, de manera que se podrá escoger la opción que genere mayor beneficio o la que suponga menor riesgo.
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