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el análisis dafo como herramienta estratégica de una pyme

Quienes nos dedicamos al asesoramiento estratégico de empresas, en muchas ocasiones nos encontramos con que a los autónomos, pequeños empresarios y gerentes de las medianas empresas les falta tiempo para reflexionar sobre la estrategia a seguir en su organización, para determinar el camino y las metas que se han de marcar.

Una actividad que no desarrolla una estrategia, por básica que sea, dará tumbos por el mercado, estará sobreexpuesta a los avatares de la categoría y quedará a merced de sus competidores. Para evitarlo es necesario (por no decir imprescindible) hacer anualmente una reflexión que nos permita determinar la senda que queremos que siga nuestra empresa o actividad profesional y en base a esta reflexión marcaremos los objetivos que, no lo olvidemos, han de ser SMART (específicos, medibles, alcanzables, orientados a los resultados y acotados en el tiempo).

Es por ello por lo que les invito a realizar un análisis sencillo, pero de gran potencial, que les será de especial utilidad y que les permitirá conocer su realidad: la matriz DAFO, una herramienta de diagnóstico de sus Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades, que puede ser aplicada en cualquier situación, actividad, empresa o área de negocio.

Definiremos DAFO como la matriz de análisis que permite conocer la situación de una empresa o producto, analizando los factores internos (debilidades y fortalezas) y los factores externos (amenazas y oportunidades) con relación a su mercado – también conocido como FODA o SWOT, en su expresión inglesa -. El desarrollo de esta matriz nos proporcionará un primer diagnóstico de nuestra empresa o actividad profesional, una reflexión que nos aportará una visión objetiva de los factores internos y externos de la organización.

Análisis interno

En primer lugar se han de determinar las fortalezas y debilidades de la empresa o la actividad, aquellas que generen una ventaja o desventaja competitiva.

Entenderemos por fortalezas nuestros aspectos positivos, nuestros puntos fuertes, aquellos que nos hacen ser más competitivos, singulares, rentables… y por debilidades nuestros aspectos negativos, nuestros puntos débiles, aquellos en los que hemos de mejorar para poder competir. En ambos casos nos referimos al nivel de cualificación de nuestro equipo, a la calidad de nuestro proceso productivo, a nuestros procedimientos, a nuestra imagen de marca, a nuestro servicio posventa, a nuestros costes, a nuestras finanzas, a la calidad de nuestros materiales, entre otros.

Análisis externo

Se han de identificar y analizar las oportunidades y amenazas que nos proporciona el mercado.

Entenderemos por oportunidades las situaciones que se dan en el mercado que nos favorecen frente a nuestros competidores y por amenazas las situaciones contrarias, las que suponen o pueden suponer un hándicap, un problema. Ninguna de ellas depende de nosotros, están marcadas por factores ajenos a nuestro control o voluntad, como la economía, circunstancias o problemas generales del sector, legislación vigente o cambio de la misma, tendencias de consumo, prácticas de competencia desleal, prácticas de dumping, entre otras.

Aplicación

Una buena opción para verificar que nuestra visión no está contaminada y que es la correcta, es solicitar a nuestros colaboradores más cercanos que desarrollen también la matriz para posteriormente analizarlas todas y crear una herramienta conjunta.

Una vez finalizada la matriz DAFO llega el momento de pasar a la acción, de tomar las decisiones oportunas (por dolorosas que sean), de planificar la estrategia, las acciones y los objetivos necesarios enfocados a potenciar las fortalezas, corregir las debilidades, aprovechar las oportunidades y minimizar el impacto de las amenazas.

Las posibles estrategias a seguir en este sentido son las siguientes:

  • Estrategia defensiva

Cuando estamos preparados para enfrentarnos a las amenazas con mayores garantías que nuestros competidores.

  • Estrategia ofensiva

Cuando nuestros puntos fuertes son determinantes y nos permiten aprovechar las oportunidades mejor que nuestros competidores.

  • Estrategia de supervivencia

Cuando nuestros competidores están en mejor disposición que nosotros para afrontar las amenazas y nos hemos de plantear esperar agazapados hasta que lleguen momentos más propicios.

  • Estrategia de reorientación

Cuando nuestras debilidades conviven con una oportunidad en el mercado y ello nos permite replantear nuestro modelo de negocio.

dafo


Imagen: Momo Marrero

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