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interim management, ejecutivos de alquiler

Las continuas variaciones en las circunstancias del mercado deben tener su correspondiente reflejo en la forma que tienen las empresas de afrontar las nuevas necesidades o paliar sus carencias. Tradicionalmente los ejecutivos siempre han formado parte de la estructura empresarial, pero hoy en día no necesariamente ha de ser así.

Además de las circunstancias del mercado, un cambio estratégico, una baja prolongada, una etapa de crecimiento, un nuevo modelo de negocio, una nueva unidad de negocio, cambios en los procedimientos, relevo generacional, situaciones de crisis interna o externa… pueden requerir de la intervención durante un tiempo limitado de profesionales cualificados que puedan aportar a la empresa sus conocimientos, su experiencia y su liderazgo. En este contexto florece un modelo de gestión denominado interim management, también llamado headrenting, o como a mí me gusta llamarlo, ejecutivos de alquiler.

El interim manager es una figura directiva transitoria, con dedicación total (full time) o parcial (part time), que permite a las empresas acortar los tiempos durante un periodo de transición, de cambios, de reestructuración o de crisis. El ejecutivo se incorpora a la empresa durante el periodo pactado, entrando a formar parte de su estructura con las atribuciones propias del cargo para el que ha sido contratado. Personalmente siempre solicito que me acompañe durante este proceso un recurso interno, con el objeto de afianzar los cambios, aportar know how interno y generar un feed back bidireccional de conocimiento, lo que permite reducir los plazos de intervención y actuar con prontitud sobre los aspectos y circunstancias contratadas.

Una de las características que ha de tener el interim management es el liderazgo: un tipo de liderazgo empático, comprensivo, sensible, tolerante, integrador, disciplinado, proactivo y especialmente honesto, predicando con el ejemplo y defendiendo el bien común, entendiendo los errores como parte del aprendizaje. Personalmente defiendo el denominado liderazgo democrático o liderazgo líquido, centrado en el grupo, en el que prima lo colectivo sobre lo individual, que promueve un clima laboral óptimo y facilita la participación y el estímulo de los individuos.

Basándose en su contrastada experiencia, el interim manager debe aportar nuevos puntos de vista a soluciones complejas y replantear las preguntas con el fin de obtener nuevas respuestas. Debe acudir a la raíz del problema para darle solución, siempre con la participación del equipo de trabajo, escuchando las aportaciones de todas las partes y generando un clima que favorezca y potencie el pensamiento crítico, implantando con ello la inteligencia corporativa, entendida como el conjunto de recursos y capacidades, así como las estrategias relacionadas, que convenientemente fomentado y gestionado afianza la propuesta de valor de una empresa.

Por definición, el puesto de headrenting es transitorio y está asociado a la resolución de uno o varios aspectos específicos, lo que no implica que no afecte directa o indirectamente a otros aspectos o departamentos de la empresa, pues ésta ha de ser siempre entendida y gestionada como un todo, no como departamentos estancos.

Este modelo de gestión está directamente relacionado con los resultados, con la gestión por objetivos y la orientación al logro. Además, la figura del interim manager puede estar asociada con la dirección general o con direcciones de departamentos o áreas específicas dentro de la compañía.

Las cualidades más comunes que caracterizan a un ejecutivo de alquiler son las siguientes:

  1. Probada experiencia
  2. Liderazgo participativo
  3. Pensamiento crítico y disruptivo
  4. Capacidad de adaptación
  5. Capacidad de negociación
  6. Capacidad de comunicación
  7. Autonomía y proactividad
  8. Metodología

Este último punto es especialmente destacable, pues en la mayoría de los casos la empresa no aplica metodología alguna o la ejecuta deficientemente, lo que se traduce en que los objetivos no se cumplan o en que el coste sea superior al del propio problema a solucionar. La clave es implantar un método que sea mensurable, de fácil aplicación y lo suficientemente versátil para que se pueda aplicar en distintas circunstancias y necesidades, hasta el punto de que se integre en la propia cultura empresarial.

Por otra parte, un buen interim manager también ha de actuar como mentor, proporcionando al equipo la autonomía y la capacidad de resolución necesarias para abordar circunstancias futuras, facilitando el conocimiento y las herramientas que deberán aplicar, no solo para la resolución de la encomienda actual, sino para que sean capaces de seguir empleándolas en su ausencia, una vez finalizado el trabajo y cumplidos los objetivos.

A todos los efectos el interim manager tiene el estatus de ejecutivo dentro de la organización, integrado en su organigrama como staff, y debe actuar como tal, con la autonomía suficiente y la posibilidad de tomar las decisiones necesarias para llevar a buen puerto el trabajo encomendado. Su ámbito de actuación no es el de un consultor sino el de un ejecutor, aquel que pone en práctica el proyecto o informe previo que ha desarrollado en colaboración con el equipo designado, informando puntualmente a la dirección de la empresa del estado de cumplimento o implantación y de los resultados obtenidos en cada una de las fases fijadas.

Además, la actividad de un ejecutivo de alquiler deberá tener muy presente en todo momento dos conceptos clave, eficiencia y eficacia, en cada acción que se desarrolle.

Para una organización, contratar a un interim manager presenta múltiples ventajas, entre otras, las siguientes:

  • Incorporar una visión y una perspectiva nueva, fresca y no contaminada para la resolución de un problema o una situación concreta
  • Tener a disposición de la empresa y sus integrantes una experiencia y un know how extra, que sumar a la propia inteligencia corporativa
  • Aportar una visión estratégica paralela y con garantía de resultados
  • Poner el foco sobre un problema o necesidad concretas, para darle respuesta en un corto espacio de tiempo

Imagen: Momo Marrero

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