Los médicos y los psicólogos, como es mi caso, tenemos muchas dificultades para acertar, porque ni los libros de los mejores autores, son capaces de conocer suficientemente la amplísima tipología y personalidad de los seres humanos. Muchas veces llegamos al pronóstico acertado, pero, aún así, queda la inseguridad de si el tratamiento recomendado en general, será válido para la persona cuya salud se quiere enderezar o cuya psique queremos ordenar. Cada hombre es un mundo y los los libros no pueden orientarnos sobre tantos casos diferentes. Nos ayudan las pautas generales, pero. a veces, si se siguen al pie de la letra, tanto el inteligente emocional del ejemplo, que no puede con el ascenso, como el más tonto de la clase, nos sorprenden. La grandeza del hombre es no ser – hasta ahora y supongo que nunca – clonado, pero también en eso está la dificultad de aplicar, a todos, formulas de manual.